¿Se dan cuenta del poder que poseemos? Tenemos las herramientas necesarias para hacer de la vida de las personas algo insoportable o increíblemente bello. Este poder rige sobre puntos cruciales que sabemos son, exactamente, o bien dolorosos o excepcionalmente espectaculares.
Podemos destruir con mentiras la ilusión de otro ser humano aplicando con audacia nuestros mas fieles encantos y sabemos que lo lograremos porque simplemente es lo que a nosotros nos llamaría la atención, al final todos los seres humanos estamos hechos del mismo material, así que por merito propio aplicamos para satisfacer un poder autodestructivo que todos llevamos dentro y ante la impotente cobardía de enfrentar nuestros propios miedos, los trasladamos a otros para nuestro auto compadecer o… volquemos toda esta interiorización negativa hacia el positivismo, podríamos lograr ser sinceros con nosotros mismos y enfrentar esos miedos y rebotarlos hacia hacer lo mejor por uno mismo y por quien nos rodea, sonreírle al mundo aunque el no lo haga a veces hacia ti, porque nadie es perfecto al final, pero no por las cargas pasadas que llevamos como fantasmas, le haremos la vida imposible al otro. Al contrario, busquemos enfocar lo malo que nos pasó y aprendamos a valorizarlo como lo que realmente es, un poder alucinante para hacer de esas ilusiones una realidad. Podemos hacer feliz a otro ser humano, tenemos toda la capacidad para realizarlo, siendo felices nosotros mismos.
Habiendo analizado todo esto, ¿se dan cuenta que en nuestras manos está este potente poder de destruir o construir, de instruir o repercutir, de amar o de odiar, de llenarnos de todo lo malo que hay alrededor o recolectar lo bueno - que poco no es – y repartirlo?
El poder es nuestro, y la dedición esta puesta junto con las cartas en la mesa. Tú decides
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